¿Quién te dijo que te fuiste?
Me tomo un cafe con tu ausencia / y le enciendo un cigarro a la nostalgia / le doy un beso en el cuello / a tu espacio vacio. // Me juego un ajedrez con tu historia / y le acaricio la espalda a la memoria / seduciendo al par de zapatos azules / que olvidaste. // Y charlo de politica / con tu cepillo de dientes / con vision tan analitica / como cuando te arrepientes // Realmente no estoy tan solo / ¿Quién te dijo que te fuiste? / si aún te encuentro cocinando / algún recuerdo en la cocina / o en la sombra que dibuja la cortina. // Realmente no estoy tan solo. / ¿Quién te dijo que te fuiste? / si uno no esta donde el cuerpo / sino donde mas lo extrañan / y aqui se te extraña tanto // Tu sigues aqui, / sin ti, / conmigo / ¿Quién esta contigo / si ni siquiera estas tu? // Platico con tus medias de seda / y le preparo un croissant al recuerdo / mientras le rasco una rodilla / a esta vida sin vida / Le canto una cancion a la nada / y me burlo de la melancolia / mientras le subo el cierre / a la falda de las ganas // Sintiendo tantas cosas / Realmente no estoy tan solo / sola tu que estas conmigo / y no te fuiste contigo. [...] Realmente no estoy tan solo / ¿Quién te dijo que te fuiste? / si cargaste con el cuerpo / pero no con el recuerdo / y el recuerdo esta conmigo [...]
El hermano de una amiga se compro ayer el cd "Historias" de Ricardo Arjona y enseguida se me vino la letra de esta canción. Desde el domingo 27 que estoy circulando en una vida sin vida, cerrando ventanas y abriendo puertas. ¿A donde ire? Estaba en una encrucijada entre el deseo y la verdad y me deje llevar hacia ninguna parte. De esto me hablaba MARTE, cuando esperaba desligarse de las promesas que núnca podrá hacer y al mismo tiempo obtener todo de mi. De esto se trataba su pobre discurso cuando me decia: "No esperes nada", "no planees nada", "no hagas estrategias". En ese momento yo sentía que él me proponía: "Quedate esperandome, quedate sin mi y quedate sola".
Ahora puedo decirle que lo entiendo. Qué ironico, las mismas palabras que él usaba para atarme a su juego me liberaron de todos. Estaba en una encrucijada y quería tiempo. Quería planear, quería hacer una estrategía. Quería, pero no pude. Deje entonces mi vida en las manos del destino. Se había acabado el tiempo y los hechos me llevaron hacia ninguna parte. Ahora las fichas comienzan a ubicarse en mi tablero y comienzo a entender que hay otros designios para mí. No me arrepiento: Las cosas caen por su propio peso y en vano intento controlarlas. Que sean los demás quienes tomen un café en mi ausencia. Al cerrar las ventanas y dejar de ver, la puerta quedo abierta y puedo empezar a ser. Con todo lo que paso busque salir "afuera" siguiendo mis deseos para "adentrarme" en mi verdad aunque no sin angustia. Quizás es una busqueda inocente de la que saldré, de nuevo, lastimada, pero es la mia y va a hacerme más fuerte.
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