Haiku

Poeta personal

[...]
Todo es amor
Nada es imposible
La calma llega
[...]

Hace un mes que tengo un poeta personal. Este poeta que no es mio, es personal. No somos nada y sin embargo no hubo ni un día qué él me fuera ajeno o que yo le desconocierá. Lo nuestro es personal. Nos invadimos sin pedir permiso, nos tomamos de rehen y nos pedimos como rescate, nos rendimos en la guerra y ganamos ambos.
Él es como un niño que juega, inocente. Se burla de mí, a veces y otras escribe en serio, me describe.
Yo vengo a ser la experimentada, culpable. Me enojo a veces y no quiero seguir el juego; y otras le propongo cosas indecibles.
Él es un señor, conocedor. Me da consejos y se mete donde no lo llaman y otras veces me escucha e intenta entender que es lo que quiero. Lee entre lineas y pone los puntos.
Yo quiero creer que soy una jovencita, inexperta.

Llego / y le hablo de boberías que espero que entienda,
Me quedo / mirandolo durante ratos enteros,
Me voy / sin ganas (y me quedo con las ganas)

Para seguir leyendo sobre Haikus:

• Emilio José Gallardo Saborido para la Revista Chichimeca: "EL HAIKU Y LA GENERACIÓN BEAT: KEROUAC, GINSBERG Y CORSO"
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