Estoy sufriendo dolores fisicos frente a la presión del cierre de notas. Miles de dudas existenciales vienen a mi en este momento aciago ¿Cómo hace Dios, el gran Otro, que esta en todos lados, para intentar conformar a los justos y castigar a los pecadores? Yo que no soy más que una humilde profesora provisional de secundaria tengo que lidiar todos los cierres de trimestres con los adolescentes que piden que les suba la nota para que no desaprueben, los que aprobaron y dicen que no es justo que les suba la nota a los que no hicieron nada, los que demandan más, los que claman por menos, los que te agitan, los que te dicen que sos igual que todas las otras profes, los que dicen que sos la única que no tiene en cuenta tal o cuál criterio, los que dicen "no me puedo hacer esto". ¿Cómo salgo de esta trampa? ¿Sigo atendiendo a sus demandas? ¿Y las subjetividades de los otros? ¿Sirve de algo intentar satisfacer estas demandas aulicas? ¿Y la subjetividad mia? ¿Qué es lo que se juega en esta escucha impareja y poco flotante? ¿Cómo separarme de la causa del deseo y dejar de alienarme al discurso de los alumnos? ¡Auch! Ya decia Lacan que el fantasma del neurotico es el deseo de satisfacer el deseo del Otro. Entonces... ¿A quién estoy intentando satisfacer sufriendo de esta forma, quedandome fijada en un punto de goce?
Good Boys
Hace 5 años.
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